Nunca perdió la esperanza de poder escapar junto con su hermano y emprender una vida mejor, Arben era el encargado de ocultar cada propina extra entregada por los clientes a Carmilla, con el fin de reunir lo suficiente y escapar del lugar.
Un día Arben mientras urgaba en la basura de los callejones aledaños, encuentra una muñeca de porcelana perfectamente conservada, ya que estaba envuelta en una tela, la limpia y se la entrega a su hermana diciéndole :
-Para ti, ¿no crees que ella se parece a ti? eres como una muñeca, así te veo yo.
Pese a todo Arben ve a su hermana como una bella muñeca, frágil y delicada, pero con una belleza única esto conmueve a Carmilla y siente mas deseos de escapar junto a él, esa misma noche ambos se preparan para huir, lamentablemente son descubiertos por la dueña y sus hombres que trabajan para ella...como castigo y luego de golpear a los niños, quema la muñeca enfrente de ellos, esta se consume frente a sus ojos, y quemando los dedos de la Mademe, al sentir esto, deja caer a los pies de los pequeños la muñeca y esta comienza a encender el suelo de madera y las vestimentas de ambos. Al ver tal escena y sin desear arriesgar su vida la Madame y sus trabajadores encierran a los niños en el cuarto que se encontraba en el patio exterior del la Cazona, dando la orden que nadie los ayudara, ya que todo estaba perdido y no arriesgaría ni su vida ni menos la de sus trabajadores por un par de niños.
Carmilla intenta escapar y socorrer a su hermano pero le es imposible, Arben grita y llora de forma desgarradora mientras su cuerpo es consumido por las llamas...el humo comienza a asficciar a ambos, con su ultimo aliento de vida y casi carbonizado Arben le entrega a Carmilla, una cruz que su madre le había dejado para la protección de ambos y que siempre supo mantener oculta, Carmilla abraza a su hermano con su cuerpo ardiendo y sin poder sentir las lagrimas que por su rostro caían. Las llamas consumieron la habitación por completo, solo se apreciaba el humo y trozos de madera cayendo, la niña nunca dejo de gritar y pedir ayuda...cuando ya sus pulmones se saturaron por el denso humo y pronto y su corazón estaría pronto a dejar de latir...Entre las llamas apareció un figura...una mujer alta, de larga cabellera oscura, Carmilla solo tiene recuerdos de el rostro de la mujer, ella lo describe como el mas bello antes visto. La dama camina por las ya casi extintas llamas, moviendo sin dificultad los tablones de la habitación, abriéndose paso a través de esta... se arrodilla frente a la niña y con un ultimo esfuerzo le pide mientras se aferra con su manos quemadas a las vestimentas de la Dama:
-Ayúdeme... ayúdeme a morir...quiteme el dolor.
Luego de esta frase, Carmilla siente o describe en sus relatos posteriores dos enormes agujas entrando en su cuello y el sonido del grujir su piel calcinada, mientras la Joven Dama la sostiene en sus brazos...siente como la vida se le es quitada.
Una segunda oportunidad recibió al ser abrazada o convertida en lo que es hoy en día por su Sire o como prefiere llamarla Mamí, a quien ella adora y respeta ya que fue la única que la ayudo cuando suplicaba por su vida y la de su hermano.
La historia de vida de Carmilla genero en ella, un rotundo rechazo por los seres humanos, desde momento en que es convertida, ella los trata como objetos, juguetes a los cuales ella puede manipular a su antojo tal cual hicieron con ella, señalando a quien le critique su forma de actuar:

Cada noche antes de hacer dormir a Arben en un viejo colchón Carmilla le narraba y creando para él historias basadas en un mundo de fantasía donde él y ella era los príncipes y todo era dicha, Gregory era feliz en esos momentos, su hermana disfrazaba la cruel realidad para él... quizás esto insidio en la habilidad que posee Carmilla para jugar con la mente de sus victimas...